A menudo la gestión de proyectos, especialmente de aquellos mas estratégicos para las organizaciones, se centran en el TO DO, es decir, en el hacer.
Dichas cuestiones están asociadas a los procesos mas duros de una gestión: estimaciones, planificaciones, contrataciones, infraestructura, etc. Preguntas como “¿cuándo esta listo el proyecto?” o “¿cuánto dinero se deberá invertir?” son frecuentes por parte de los sponsor e inversores.
Si sometemos la gestión a la famosa técnica de “5H y 1W”, ¿surge el WHO? Quienes serán los apreciados recursos del PM que darán lo mejor de si mientras dure la ejecución del proyecto.
Obviamente, los recursos humanos, son un factor crítico de éxito al momento de pensar una mesa de proyecto.
Allí el rol del PM junto a la selección de RRHH como aliado debe ser cuidadoso de la elección y comunicación de quienes son parte.
Sobran ejemplos, sobre todo en estructuras proyectizadas, donde son por un tiempo determinado “sacados de línea” e insertados en la estructura de un proyecto, liderado por alguien que la mayoría de las veces no conoce, sumado a un equipo que tampoco suele ser conocido entre sí. Lejos aún de los cyborgs, a las personas les/nos cuesta ser “asignados” de un sitio a otro, sin poder mencionar nuestro sentir, nuestras emociones.
El desafío de la integración como proceso de TEAM BUILDING del PM adquiere un rol fundamental, para asegurar la continuidad y éxito del proyecto de la mano de sus recursos.
Las competencias (conocimientos y habilidades) para el rol; y actitudes (comportamientos) que hacen a la integración en un equipo, a bien comunicarse, a bien interrelacionarse con otros, a negociar con un enfoque de ganar / ganar, etc.
¿Tiene el PM el tiempo necesario para ello?
Nosotros continuamos hoy desde Universidad PM y PMvalue a través de este medio desarrollando planes de carrera nuevas competencias, (como el coaching de equipos o Líder Coach) que acompañe y apalanque al PM y a la organización para lograr el alcance de sus propósitos y objetivos, con equipo de trabajo bien elegido, consolidado, integrado, comunicado, capacitado, desarrollado, efectivo, y finalmente compensado y reconocido; para alcanzar cada etapa del desafío planteado y finalmente el logro final.
En un modelo de “organización que aprende”, el rol de gestionar personas es un arte que se desarrolla y disfruta.
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